Cuando este miércoles 28 de junio se desató la represión injustificada contra manifestantes en el centro de la ciudad, no nos sorprendimos ante esta violencia institucional que se había anticipado previamente, en la Panamericana en marzo, en el piquete de jubilados en el Puente Pueyrredón, en otros aprietes sin tanta visibilidad contra militantes de la Garganta Poderosa, o en la detención arbitraria de un niñx que sí quedó registrada en un video filmado con un celular. Pero es otro tipo de puesta en escena, como explica hoy en Página/12 H.Verbitsky, quien analizando además intentos de aumentar las penas contra manifestantes, concluye que desde la perspectiva de la derecha, y contra todo derecho. se pretende que el delito sea reclamar derechos.
El Frente por el Trabajo y la Dignidad Milagro Sala y otras organizaciones -Descamisados, Quebracho, FETAES- ya habían negociado ocn la policía el despeje del Metrobús cuando se ordenó la represión. Reclamaron a las autoridades del Ministerio de Desarrollo Social la declaración de la emergencia alimentaria; una tarifa de servicios accesible para clubes de barrio, cooperativas y empresas recuperadas y que los programas de Emergencia Habitacional y Argentina Trabaja, se reactivaran. El de EH fue rebautizado primero Socios Comunitarios y se cerró al inicio de 2016. El Argentina Trabaja había creado cooperativas de construcción de viviendas o de tareas en los municipios (reparación de veredas, construcción de cordón cuneta, obras de alumbrado) y funcionaba adelantando sumas de dinero para la compra de materiales (tela para guardapolvos, aluminio para ventanas, chapa para señalética) de modo tal que pudieran producír, en formato solidario. La economía solidaria que muy poco tiene que ver con vivir de limosnas que fomentan, con todas las dificutlades, la autonomía. Pero discontinuando esos programas, la gestión macrista dejó a unos 40.000 cooperativistas sin trabajo o a merced de una asignación de 4.000 pesos mensuales sin contraprestación alguna. Producir es una cosa, "planear" otra muy distinta. Dos políticas de estado bien definidas y bien opuestas.
El video que circuló por las redes sociales muestra a Coco Garfagnini de la Tupac con el comisario de la 4ª, Juan Carlos Carna y otro jerarca de la Policía de Buenos Aires, con la familiaridad que recuerda Verbitsky,viene de otros diálogos y de otras marchas:
"–Acá hay mujeres y pibes. ¿Cuál es la idea de avanzar con la guardia sobre los compañeros? Es al pedo. Nos vamos a terminar cagando a palos entre nosotros y los funcionarios que ganan 150 lucas se están cagando de risa ahí arriba. Estos son del Newman y ustedes son de los mismos barrios que somos nosotros. Arreglemos entre nosotros, porque no queremos quilombo– dice Garfagnini.
–Nosotros tampoco –responde el comisario Carna."
Cuando estaban quitando las gomas y las ollas de la avenida, se desató la represión, que incluyó a policías de civil con armas en mano a la caza de manifestantes, lo que está prohibido desde hace aNos en las manifestaciones. Carna fue sorprendido por la orden que se impartió por radio, que se ve en otro video que reprodujo América 2. En estas imágenes, los policías apuntan con sus escopetas bien por encima de la cintura y disparan balas de caucho, las que están probibidas para dispersar manifestaciones por normas internacionales y sólo en caso de riesgo para la vida o la integridad física, pueden utilizarse y siempre, por debajo de la cintura. Les pegaron a manifestantes que ya habían sido reducidos y estaban indefensos. Le pegaron a mujeres también.
El trabajo de Periodismo Militante en el lugar en el cual el testimonio de Analía conmueve, es contundente.
El gobierno actúa contra la ley y es este gobierno el ladrón y quien lesiona el legítimo derecho a la protesta.
Verbistky escribe: "la fabricación de la realidad se completó con la denuncia por intimidación pública y asociación ilícita que el gobierno porteño presentó contra los dirigentes que no participaron en las refriegas porque eran quienes negociaban en el ministerio: Garfagnini, Montes y Gómez. Imposible afirmar con mayor claridad que el delito es reclamar. y es así, los delincuentes en el poder constitucional otra vez la desconocen, y montan su imagen en ese atropello constante al que no tienen derecho por más que hayan ganado las elecciones porque en un orden constitucional y democrático a quienes gobiernan gracias al voto les cabe la responsabilidad de garantizar derechos y garantías a quienes gobiernan. A su pueblo, sí, al pueblo. No puede banalizar la Constitución ni interpretarla a su antojo de la misma forma en que no puede reivindicar el Terrorismo de Estado que tanto le gusta, y lo vivido el miércoles lo prueba de nuevo.
No es exageración, la represión del miércoles es un acto proselitista. Una parte de la sociedad quiere sangre. La quiso en el 76 una sociedad amnésica pero selectiva a la hora de construir al otro enemigo amenaza con quien no se puede convivir en igualdad de derechos.Por eso si ese otro protesta, valen los palos, y si se queja, se lo censura y se lo acalla, distorsionando causa y efecto, quitando la violencia que significa expropiarle el trabajo, la comida, el techo a miles de ciudadanxs para después presentarlos como lxs culpables de alterar el orden público,y ocultando a quienes en el poder del Estado están robando a mansalva. Algunos sectores políticos funcionales al saqueo y a la concentración de la riqueza que jamás goteará hacia los sectores vulnerables, operan para dividir la única opción política efectiva contra el desastre generado por el gobierno de Macri. Dirigentes que brillaron por su ausencia el miércoles,callaron sospechosamente. Algunos candidatos aparecieron en los sets televisivos para criticar la gestión de CFK, quien con el acto de Arsenal para lanzar el Frente de Unidad Ciudadana, devolvió al centro de la escena ese sujeto colectivo que la maquinaria de la derecha pretende suprimir. Como lo pretendió con la fuerza más atroz, en los 70.
Con los ovarios que siempre tuvo, Hebe se fue a reclamar y a ver a los detenidos a la Comisaría y no paró hasta poder ver y abrazar a un pibe golpeado. Y le dijo al Comisario, "ahora ponele hielo en la cara por lo menos", porque las Madres, siempre explicó, aprendieron que la búsqueda del ser querido propio no era posible sin la búsqueda de todxs lxs desaparecidxs.
El sujeto colectivo es la clave. Para el gobierno, el problema.
Nadie se salva solx, y ese individualismo de juntar la caca del perro y sacarte la agradeselfie insulta la inteligencia y la memoria de tantos millones que no olvidan que el Estado nos debe garantizar derechos a todxs, en una escala jerárquica. Por ejemplo, si tu derecho a vivir está en juego, si tu derecho a comer no puede ser ejercido porque te quitan el trabajo, te quitan la asignación y te piden que esperes 60 días y con el hambre de lxs pibes no podés esperar, así como con el remedio del jubilado tampoco, ese derecho prima sobre la libertad de circular por la calle, donde los cuerpos se exponen a los palos y las balas cuando no queda más remedio y nadie escucha ni registra. Cuidado con ese individualismo indolente, y engañoso, -¿estás segurx de que mañana no estarás al lado de algunx de estos piqueterxs si te rajan del laburo?- que demoniza el dolor, la desesperación y la dignidad de salir a luchar por lo que le corresponde. Cuidado que te puede tocar, si a tantos que votaron el cambio de gestión pensando conservar lo que el kirchnerismo había dado como justicia, te lo queitan los que se fugan la riqueza de todos a cuentas off shore mientras te endeudan por cuatro generaciones.
Nos están robando y lobotomizando desde las pantallas que al unísono te convencen que estabas equivocadx cuando hasta 2015 tenías presente y futuro.
Ahora como ya nos pasó, se pretende aterrorizar, paralizar y amedrentar, es lo único que conocen y saben hacer quienes se complacen y se enriquecen a costa de la vida de Estivill, de Maxi y de Darío, del proyecto de vida de lxs pibxs que estudian gracias al Progresar y de los miles de niñxs privados del Qunita y si pudieran, hasta de las vacunas. A costa de lxs hambrientxs a quienes les venden huesos de pollo y las chicas que desaparecen en redes de trata de esos mismos policías y jueces y funcionarios. Con el sadismo más siniestro, tras reducir a cosa a compatriotas, tras robarles descaradamente, tras abandonarlxs a su suerte y a la muerte evitable, se dan el lujo de tratarlxs de modo inhumano con el aporte del grupo de tareas de la TV.
En el momento crucial que vivimos, reafirmarnos como sujeto colectivo es lo que nos permite vivir y luchar por el derecho a vivir. Cuerpos en la calle, cuerpos en la convocatoria donde somos el centro del escenario, como trabajadorxs, científicxs, migrantxs, activistas sociales, donde la solidaridad es el modo de entender la convivencia.
domingo, 2 de julio de 2017
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