Publicada en Resumen Latinoamericano
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Argentina: El segundo desmembramiento de Tupac Amaru
Por Marta Vassallo*, 4 de mayo 2016.-
“…De tu inmensa herida, de tu dolor que nadie habría podido
cerrar, se levanta para nosotros la rabia que ardía en tus venas. Hemos
de alzarnos ya, padre, hermano nuestro, mi Dios serpiente. Ya no le
tenemos miedo al rayo de pólvora de los señores, a las balas y a la
metralla, ya no les tememos tanto. ¡Somos todavía! Voceando tu nombre
(…) hemos de lanzarnos, hasta que nuestra tierra sea de veras nuestra
tierra, y nuestros pueblos nuestros pueblos…”
José María Arguedas,
A nuestro padre creador Tupac Amaru (himno-canción)
Mediante el completo dominio del Poder Judicial y de los
medios de comunicación, el gobierno de la provincia de Jujuy ha desatado
una verdadera cacería contra la organización social Tupac Amaru, cuyo
último paso fue el dictado de prisión preventiva contra su líder Milagro
Sala “por asociación ilícita, extorsión y fraude al Estado”. La medida
se funda en falsos testimonios logrados por cooptación o extorsión de
cooperativistas y copartidarios de la dirigente. No solo son perseguidos
sus familiares, abogados defensores y allegados, sino que el
hostigamiento empieza a extenderse a quienes hayan formado parte de la
gestión de gobierno anterior.
“Pensábamos: qué lindo sería que cuando salís a la puerta de tu casa
veas una fábrica, una escuela, un parque. Eso es lo que hicimos”. Las
palabras sencillas y sobrias de Milagro Sala describen la inédita utopía
social que la organización Tupac Amaru levantó entre los cerros de
Jujuy.
La tarde de sol es plácida en el parque de la Unidad Penitenciaria nº
3, del barrio Alto Comedero, donde la dirigente social y diputada del
Parlasur está detenida desde el pasado 20 de enero. “¡Sala!” grita a
cada momento la guardiana desde la galería, y Milagro se levanta para
volver al rato con nuevas visitas. Formamos un círculo cada vez más
grande de sillas sobre el pasto, alrededor de ella, que presenta a cada
recién llegado, familiar, o tupaquera/o o compañera/o, que llegan desde
distintos puntos del país, pero sobre todo de localidades del interior
de la provincia de Jujuy. Milagro invita a que cada cual refiera lo que
está pasando en su localidad: un muchacho que viene del Carmen cuenta
cómo fueron golpeados y amenazados con “desaparecer” por la policía
cuando hacían un piquete, y cómo fue borrada la denuncia que habían
presentado. En Calilegua y en San Pedro, describen un clima de
persecución, el solo hecho de llevar una remera de la Tupac da lugar a
interrogatorios donde se les quiere hacer decir que llevan esas remeras
por obligación; operativos policiales acompañan el vaciamiento de las
fábricas, centros de salud, escuelas y parques construidos y mantenidos
en actividad por la Tupac en dieciséis localidades de la provincia y en
la capital provincial. Es insistente la referencia a extorsiones por
parte de las autoridades a los tupaqueros, cuya condición es
especialmente vulnerable porque están quedando desocupados y porque no
son admitidos en otros trabajos: “Si no se inscriben en nuestras
cooperativas no los podemos ayudar”, “Si tenés causas te limpio pero
tenés que denunciar a Milagro Sala”. El 22 de abril, día anterior a
nuestra visita, los medios de Jujuy se hacían eco de la denuncia de la
diputada Mabel Balconte, del bloque político de Milagro, que involucra a
dirigentes de La Cámpora en la recepción de dinero supuestamente
enviado por Milagro a la quinta de Olivos; el ejemplo de extorsión más
resonante, por el alcance nacional que se le dio y por la pretensión de
involucrar a la ex presidenta Cristina Fernández
[1].
Hijos, nietos, amigos, rodean y abrazan a Milagro, mientras ella
habla a borbotones; de pronto recuerda: “En Calilegua, donde fue ‘la
noche del apagón’
[2],
hicimos una de las primeras piletas de natación, canchas de basquet y
centros de salud…” ; de pronto se defiende: “Estar presa por trabajar y
pagar sueldos es injusto…”, “Nunca van a encontrar los millones que
Gerardo Morales dice que les robamos, porque lo usamos en pagar sueldos a
3.800 compañeros, y con lo que quedaba comprábamos material…” “Ni
Néstor Kirchner, ni Cristina Kirchner, ni De Vido, nos pidieron nunca
dinero…Nunca hemos coimeado y nunca nos hemos dejado coimear…” “Nunca
usé para mí el sueldo de diputada, lo ponía en la organización, vivía
con el sueldo de 12 mil pesos de la Tupac…”; de pronto se desahoga: “Me
matan lo que hacen con la organización, nos llevó doce años levantarla”,
“No estoy débil políticamente, me mata la angustia porque no me puedo
defender…”
Raúl Noro, su marido, acota que en Jujuy hay 20 mil nuevos pobres y 5
mil nuevos indigentes, que mientras el gobernador Morales ofrece
aumentos salariales del 22% en las paritarias, incrementó el número de
funcionarios que cobran arriba de $100.000. “Mientras distrae a la gente
con la telenovela de Milagro Sala, corrobora Milagro, hay 800 despidos
en Pirquitas, 500 en el ingenio La Esperanza…”
Las realizaciones de la Tupac Amaru
Un pequeño grupo de integrantes del Comité para la libertad de
Milagro Sala habíamos llegado a Jujuy con el objetivo de verla a ella en
la cárcel, y saber cómo se vivía su caso en su provincia. Con la guía
de Juan Manuel Esquivel, profesor de filosofía, director del área de
Educación de la Tupac, y diputado provincial por el Partido por la
Soberanía popular, habíamos recorrido la sede central de Tupac Amaru, en
pleno centro de la ciudad de San Salvador, lo mismo que el colegio
secundario Germán Abdala y el Instituto Terciario, y por último el
barrio (“el cantri”) Tupac Amaru.
Recorrerlos da una idea cabal de los logros del movimiento y de la
pérdida material y simbólica que significa su actual desmantelamiento:
bajo el liderazgo de Milagro Sala, la organización social Tupac Amaru
hizo de una franja de población devastada por todos los males de la
marginalidad un colectivo orgánico, laborioso y entusiasta, conciente de
sus derechos, que construía las casas donde habitaba, los centros de
salud donde se atendía gratuitamente, las escuelas e institutos donde se
educaba y capacitaba, las fábricas donde trabajaba y producía, los
parques y las instalaciones deportivas donde se recreaba; que sigue
dando vida a la Radio Pachamama y un canal de televisión propio. La
continuidad con el pasado precolombino, ostensible en la fuerte impronta
comunitaria del emprendimiento, y aun en la estética de sus obras, se
combinó con iniciativas de actualidad, como la atención a cuestiones de
género, visible en el protagonismo de las mujeres, y a la diversidad
sexual: la marcha del orgullo gay estaba a la par de las fiestas masivas
del Inti Raimi y de la Pachamama recuperadas por la organización. Las
consignas escritas en las fachadas y paredes de escuelas y fábricas dan
cuenta de una visión del mundo plasmada en una mística política y en una
estética propia: “Cuando la voluntad existe hay mil recursos, cuando la
voluntad no existe hay mil excusas”; “Educar no es dar una carrera para
vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida”. “Ya es
hora de escuchar al pueblo”. “Campesino, tu patrón no comerá más de tu
pobreza”
Este movimiento se caracterizó por la rapidez y la economía con que
construía las viviendas con fondos del Programa socio-comunitario de
inclusión social (ex Emergencia habitacional), creado en 2003 por el
entonces presidente Néstor Kirchner. Esa economía les permitió realizar
obras complementarias que hacen a la urbanización y a la satisfacción de
las necesidades de una vida integral. El 10% de la población de Jujuy
llegó a integrar la Tupac Amaru; fue la tercera empleadora provincial,
después del Estado y del ingenio Ledesma
[3].
El gobierno, dice Esquivel, apunta a inhabilitar la personería jurídica
de Tupac Amaru, para lo que ha iniciado un proceso judicial. “Peleamos
judicialmente con pocas chances de ganar, si nos quitan la personería
todo esto va a desaparecer”.
La bloquera del barrio de Alto Comedero ya fue apropiada por el
gobierno que está vendiendo sus maquinarias; las fábricas Textil y
Metalúrgica resisten, pero con un personal reducido y grandes
dificultades para comercializar sus productos, dada la campaña de
demonización de que son objeto; en la Textil trabajan unas 50 personas
donde hubo hasta 170; en la escuela primaria Bartolina Sisa los docentes
siguen trabajando aunque ya no cobran sueldo; los centros de salud
están cerrados; el Centro Médico Integral de Rehabilitación (CEMIR), uno
de los mayores orgullos de la Tupac Amaru, dirigido a niños y jóvenes
con discapacidades, está abandonado, dejando sin atención a sus
pacientes.
Trabajadores, profesionales, docentes, se quiebran cuando describen
cómo asisten a la destrucción, por acción o abandono, de las
instituciones que con tanto esfuerzo habían echado a andar. Y sobre todo
ante el hecho de que ex miembros de la Tupac también se han plegado a
las cooperativas del gobierno, ante la promesa no cumplida de sueldos de
8 mil pesos, y dada la desocupación. “Los más fáciles de quebrar son
los que vinieron después, los que no saben lo que fue levantar esto
desde cero”, dicen en la Textil, que rechazó un intento de apropiarse de
la fábrica por enviados del gobierno.
Apoyo político menguante
A pesar de lo impactante de sus logros, el apoyo político a Milagro
Sala se debilita: en las elecciones parciales de 2013, cuando se
presentó por primera vez el Frente Unidos y Organizados (FUyO),
integrado entre otros por el Partido por la Soberanía popular y la Red
de organizaciones sociales a la que pertenece la Tupac Amaru, llegó a
tener más de 48 mil votos; en las elecciones de 2015 no llegaron a 28
mil. Las interpretaciones de este hecho dependen del lugar que cada cual
ocupe en el fragmentado peronismo de la provincia. El vicegobernador
Carlos Haquim pertenece al Peronismo Renovador, que cogobierna con
Cambiemos. El ex gobernador Eduardo Fellner y el núcleo de sus
seguidores atribuyen la responsabilidad de la derrota a Milagro Sala;
los tupaqueros al hecho de haberse presentado junto con Fellner, a quien
endilgan haber pactado con Gerardo Morales contra Milagro. La derrota
agudizó las tensiones entre el Partido Justicialista y el Frente para la
Victoria: en el justicialismo condenan el hecho de que desde el
gobierno nacional tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández, cuyas
fotos y retratos abundan en las instalaciones de la Tupac, hayan
favorecido a la organización; quienes defienden a Sala consideran que
mereció los recursos recibidos por su persistencia y por las dimensiones
de su obra.
“La ley es como el cuchillo/
No ofende a quien la maneja”
Martín Fierro
La feroz campaña del gobernador Morales contra Milagro y su
organización avanza en el aislamiento de la dirigente social apoyándose
en el significativo sector de la sociedad jujeña que odia visceralmente a
quienes, marginados durante siglos, se muestran capaces de transformar
esa condición; en ese odio pesa el factor étnico, pero su base es
fundamentalmente social, puesto que quieren seguir contando con esa
multitud de peones y sirvientas que trabajó tradicionalmente en
condiciones de servidumbre sin acceso a ningún derecho laboral.
Pero fuera de este, hay sectores que reconociendo lo destacable de lo
logrado por la Tupac Amaru y aun considerando a Milagro una presa
política, oponen reparos metodológicos a su acción: argumentan que los
cortes de ruta diarios eran irritantes; que los tupaqueros imponían
respuestas inmediatas a sus reivindicaciones mediante su presencia
masiva y con actitudes amenazantes en los despachos oficiales; que
monopolizaban recursos en perjuicio de otras organizaciones sociales
análogas. Hay quienes matizan diciendo que el accionar de Milagro Sala
tenía explicación en los primeros años, como única manera de organizar a
marginales y de lograr los recursos del Estado, pero que persistió en
ellos indebidamente a partir de 2006 o 2007, cuando ya el país había
cambiado.
“Vagos”, “chorros” y “narcos” es la calificación que promueven las
autoridades contra la población que salió de la marginalidad a través de
la organización Tupac Amaru, transformándolos mediante una campaña
mediática abrumadora en sospechosos de delitos. Pero el gobierno
provincial es el primero en transgredir la “institucionalidad” que
invoca, desde el momento que el ejecutivo domina por completo al poder
judicial: desde el pasado 16 de diciembre el Superior Tribunal de
Justicia se amplió de cinco a nueve miembros; de los cuatro nuevos
miembros, tres fueron diputados del radicalismo, el partido de Morales, y
dos de esos tres acababan de votar a favor de la ampliación del
Tribunal, renunciaron al día siguiente y al otro fueron designados
jueces de la Corte. En suma, el gobernador cuenta con un Tribunal
Superior incondicional. Nada tiene tampoco de “institucional” la
estrategia del gobernador de detener a una líder social sin pruebas y
sin procesamiento, por “instigación al delito” y “tumulto”; acumular
causas cada vez más graves contra ella (llegan a acusarla de ser
partícipe en un intento de homicidio, del que inicialmente la acusaban
de encubridora), y hostigar judicialmente a todo el que no se pliegue a
sus exigencias, como lo muestra la persecución judicial contra los
abogados defensores de la Tupac Amaru y de su líder, y el chantaje sobre
los cooperativistas. La persecución no se limita tampoco a los
tupaqueros, sino que se extiende a todo el que haya formado parte de la
gestión de gobierno anterior, convertido en sospechoso.
La prisión preventiva dictada el pasado 28 de abril a Milagro Sala es
por “asociación ilícita, fraude al Estado y extorsión”, la acusación
por la cual el 30 de enero pasado el juez Gastón Mercau, media hora
después de disponer su libertad a las dos semanas de su detención,
ordenó detenerla de nuevo. La acusación se funda en la cooptación de
cuatro cooperativistas pertenecientes a la Red de organizaciones
sociales de la que forma parte la Tupac, quienes se reunieron con el
gobernador Morales el 14 de enero, el 15 presentaron las denuncias
contra Milagro, y el 18 el fiscal del Estado Mariano Miranda y el
hermano del gobernador, Walter Morales, al frente del Instituto de la
Vivienda, presentaron una denuncia por 14 obras de mejora contra 14
cooperativas, nueve de las cuales tienen domicilio legal en la Tupac.
El fiscal Miranda es afiliado a la Unión Cívica Radical y apoderado
del gobernante frente Cambiemos a nivel nacional. Lo cual no suscita a
nivel provincial ni federal ningún reparo sobre su objetividad en sus
acusaciones contra Milagro.
La construcción de una forma de poder popular inédita en la provincia
y en el país, que amenazaba con extenderse, plantea un desafío inaudito
a los poderes fácticos y a los valores hegemónicos. Lo que ahora
amenaza con extenderse es la impunidad de esos poderes, la persecución
política disfrazada de lucha contra la corrupción, el aniquilamiento de
las formas de poder popular surgidas de los movimientos sociales. A
pesar de su engañoso discurso sobre el “pluralismo” y la “diversidad”,
el
establishment liberal no acepta la alteridad encarnada en
una población secularmente reducida a la miseria, que demuestra no haber
perdido su potencialidad de resistencia y de transformación.
¿Qué curiosa amalgama de legado ancestral y de rabiosa actualidad
mueve a la organización Tupac Amaru? Los personajes representados en su
logo dicen bastante sobre esa amalgama: Tupac Amaru, Eva Perón, Ernesto
“Che” Guevara. Diferencias culturales y políticas los separan. Pero
tienen un común denominador que debió atraer irresistiblemente a
Milagro: ninguno de los tres pidió permiso para sublevarse.
[1] Véase
Página 12, 27-4.2016: “”Le decían que si no denunciaba a Milagro le meterían presos a los dos hijos”;
Página 12, 28-4-2016: “Se indignaba por lo que le hacían a Milagro”
[2]
Se conoce como “la noche del apagón”, los cortes de luz en General
Libertador San Martín, Calilegua y el Talar, Provincia de Jujuy, que se
sucedieron del 20 al 27 de julio de 1976, provocados por la dictadura
civico-militar para secuestrar a unas 400 personas, 33 de las cuales
siguen desparecidas. Para los secuestros y traslados se utilizaron
vehiculos de la empresa Ledesma, presidida por Carlos Pedro Blaquier. La
Tupac Amaru luchó codo a codo con los organismos de derechos humanos
para que Blaquier, que considera a Milagro Sala su enemiga personal,
fuera finalmente procesado en 2012 por crímenes de lesa humanidad, pero
en 2015 la “Justicia” le dictó falta de mérito.
[3]
Según la investigadora de la Universidad de San Andrés Lorena Moscivic.
Chequeado.com, 27-1-2016, Olivia Sohr, “Seis puntos sobre la detención
de Milagro Sala”.
*Periodista, integrante del Comité por la libertad de Milagro Sala