Berta Cáceres, coordinadora del Consejo de Pueblos Indígenas de Honduras (Copinh) fue asesinada en la madrugada del jueves 3 de marzo en una vivienda ubicada en el sector La Esperanza, Departamento del Intibucá, por desconocidos.Aunque la CIDH había ordenado al estado honduireño medidas de protección - ya que había recibido amenazas de muerte y denunciado el asesinato de otros activistas- , desconocidos irrumpieron en la casa. El hecho ha desatado protestas.
Su desaparición física busca acallar
una voz reconocida en el continente por una lucha en varios frentes. Su gran
logro fue la organización de un colectivo poderoso en su comunidad indígena lenca, articulando acciones con movimientos campesinos. Enfrentó el golpe de estado que derrocó a Zelaya en 2009 e
insistió en la defensa de los bosques y los ríos, desafiando intereses muy
poderosos. Berta era sobre todo una defensora de los derechos humanos y específicamente, de los derechos de
las mujeres, no siempre consideradas como tales. Visibilizó desde la experiencia personal y colectiva en ese trayecto,
el nexo entre el racismo, el clasismo y el sexismo.
En la recopilación de Francesca Gargallo “Feminismos de Abya
Yala”, Berta Cáceres decía en 2010:
“Para nosotras ha sido dificil ir construyendo pensamientos
y sobre todo una práctica de vida organizativa alrededor del pensamiento
feminsita desde el pueblo lenca, porque el patriarcado y el machismo que cruzan
toda la sociedad a nivel familiar y organizativo nos ha penetrado tanto que se
cree que es normal. Desmontar esto es realmente un desafío; creo que cuando el
pensamiento de emancipación total de las mujeres lencas choca con toda la
dominación, no solo capitalista y patriarcal, sino también racista, produce
algo así como un terremoto.. Y es todavía más complejo cuando las mujeres
estamos en organizaciones mixtas, poruqe enfrentamos el desafío de trabajar en
una organización indígena mixta y de lidiar con la dominación patriarcal todos
los días.”
"Creo que cuando entendemos que no solo nos enfrentamos al
capitalismo, al racismo, sino que también hay que desmontar el patriarcado, es
cuando realmente vemos cómo estamos en el desarrollo organizativo y en el camino
hacia la dignidad humana, porque yo pienso que si no concebimos y no
comprendemos eso, no puedo entender cómo se puede desarrollar la dignidad
humana en este planeta."
"Un caso es la lucha que nos hemos hecho en el Copinh
(Coordinación de Pueblos Indígenas de Honduras), que desde que surgió tuvo por
objetivo luchar por la defensa de los derechos de las mujeres, pero nosotros
nunca habíamos recibido un taller de teoría feminista, nucna habíamos leído un
libro, nada…Surgió de la necesidad de
nosotras dentro del grupo, que era mixto."
"…Creo que tiene que ver, y es la realidad, con comprender de
dónde venimos, de qué experiencia de vida venimos. En mi caso vengo de una
familai donde hay muchas mujeres, mujeres indígenas lencas. Amá, abuelas y
bisabuelas tenían esa práctica…eran matronas, curanderas, y muchas de ellas no
se casaron a pesar de que en ese tiempo, usted sabe, era mal visto que una
mujer no se casara. Y vivían más de cien años. Las mujeres si no se casaban vivían
más tiempo que si se casaban porque eran sanadoras. Mamá es partera y ha sido
curandera. Creo que esa experiencia de vida me ha dado historia; mamá (…)
atendía mucho a las mujeres lencas porque ellas no podían pagar un doctor;
además en un principio aquí ni había doctores.Dicen que atendió a más de cuatro
mil niños, así que hemos convivido con amigas indígenas. Mamá tiene una
relación de amistad de comadres, es madrina de muchas niñas, entonces su
historia nos sirvió para que toda la realidad de las mujeres se impusiera de
alguna manera dentro de nuestro espacio organizativo y colectivo, que no se
desconociera."
"Nosotros hablamos de la dignidad de las mujeres, sean
indígenas o no, necesitamos cambiar toda la injusticia económica, cultural,
ambiental, política y cambiar toda esa agresión, violencia y dominación contra
las mujeres. No puede ir por separado, eso creo que es el punto que tenemos que
entender, al mismo tiempo están todos los elementos de una triple dominación,
no podemos separar el racismo por un lado y posponer el patriarcado, decir que
la jsuticia para las mujeres viene después que triunfe X poder. Si no se tienen
en cuenta todos los elementos de la triple dominación, racista, patriarcal y
claista, entonces vmaos a repetir otra vez la historia de dominación que
queremos desmontar."
"…en el caso de las mujeres indígenas es un reto mayor que el
de las mujeres urbanas porque todas las conidciones de injusticia, de
discriminación y de racismo se suman. Por ejemplo, en este pueblo, antes de que
surgiera el Copinh ellas no podían vender a la orilla de las aceras de los
centros comerciales, nunca una mujer indígena había hecho una denuncia pública
en una radio o en un juzgado, contra su marido o en la lucha colectiva por la
tierra. Entonces nosotros vimos qué poderosa es la acción colectiva de organización,
de lucha de liberación, cuando se hace visibilizando toda la realidad de las
mujeres, el racismo, la discriminación y también la injusticia económica, social
y política. El primer resultado de la lucha del Copinh fue cuando una mujer fue
a denunciar en la radio que el marido la golpeaba, que no le ayudaba
económicamente, y además estaba haciendo lo mismo con la amante. Era un modo de
solidaridad entre mujeres, les decían a las otras mujeres qué hombre no les
convenía”
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