La tarde de ayer, histórica, conmovedora...¿quién no tiene recuerdos de aquellas transmisiones por TV desde Cabo Cañaveral? O los yanquis o los rusos entonces, solo ellos podían. Imágenes imborrables de una distancia infinita entre ese mundo y el nuestro, que se presentaba inalcanzable. Como dioses en las alturas. Los marines de los mandarines que cuidan por vos las puertas del nuevo cielo, como canta el Indio.
Afirmar la potencia. Creer que podemos ya es poder, definitivamente.
El espacio radioeléctrico estaba privatizado; a lxs científicxs argentinxs, formados en la universidad pública, lxs expulsaban o lxs mandaban a lavar platos; no podíamos sino dejar al "primer mundo"estas cosas. Y se redoblaba la creencia en que aquí no se podía.
Hizo falta una decisión, una loca confianza para recuperar lo que alguna vez habíamos hecho. Porque hemos podido y podemos hacerlo. Tenemos que creernos capaces y trabajar duramente para defender lo nuestro.Pudo el loco de San Martín cruzar la cordillera de los Andes; antes había podido un esclavo haitiano, negro, hacer primera revolución independentista... Porque quienes nos han impedido a lxs americanxs hacer, desde que nos invadieron en 1492 con la cruz y la espada, quienes en nombre de la civilización esclavizaron y exterminaron pero además implantaron el olvido y la mentira para su progreso y dominio - basado en el despojo- siguen intentando convencernos de la misma mentira: que "no podemos".
Poco después del lanzamiento que ayer pude ver en mi casa por la televisión digital abierta, viajé más de una hora para trabajar con personas que a la noche, están terminando su secundario en el marco del Plan Fines. Hombres y mujeres, chicxs y adultos que después de horas de trabajo, quieren y pueden dar un paso más. Y sentí, una vez más, que muchas de las transformaciones más importantes son las que no hacen ruido, las que se van produciendo en un aula,en una cooperativa, en una radio popular, en una casa en medio de los cerros donde hay una netbook, en un laboratorio, en una sala de cine accesible donde cualquierx puede regocijarse con al arte que nos conmueve y nos hace pensar(nos) también. No sale en las cadenas hegemónicas de televisión empecinadas en recargar la paranoia, el morbo y el desprecio constante contra nuestro país, no ya contra un gobierno cuya acción les resulta tan revulsiva e insoportable que ni siquiera guardan las formas.
El lanzamiento del satélite que hicimos en Argentina es sin duda una bisagra que no puede ser ignorada en un país que ha podido hacer tanto y muchas veces lo hizo, desmintiendo la imposición cultural que arrastramos acerca de nuestra impotencia.
Recordaba a mi tan querido filósofo Spinoza que planeaba, antes de Nietzsche, la centralidad de los afectos. Cómo las pasiones tristes disminuyen nuestra potencia de actuar.El tan maldito filósofo, que no subvaloraba ni subordinaba al cuerpo respecto del pensamiento, tenía en la mira justamente a todo aquello que era odio a la vida, caracterizando magistralmente a lxs que se ofendían por la felicidad, haciendo de la miseria y la impotencia su pasión. A todos aquellos que "saben desanimar en vez de fortificar los espíritus". Su denuncia de todo lo que nos separa de la vida, del esfuerzo por perseverar en el ser apelando a la tristeza, al odio, a la burla, al temor, a la desesperación, a la envidia, a la vergüenza, a la crueldad, atraviesa su célebre Ética.
El odio envenena, tanto el odio contra otrxs como contra uno mismo.Las afecciones de las que somos capaces por estar expuestos, pueden separarnos de la potencia de actuar o bien, si son pasiones de alegría, aumentarla. Los sentimientos de alegría nos hacen libres y activos, en ese constante choque con otros cuerpos con los cuales nos componemos de una u otra manera.
Cuidado con las alegrías de la maldad, que son también pasiones tristes, porque dependen de la tristeza inflingida al enemigo (Ética III, 20).
Don Arturo Jauretche lo sabía bien...
¡Cómo lo maldijeron a Spinoza que fue en contra de las morales y las tiranías basadas, justamente, en el desprecio y en el temor, por su lucha los sistemas trascendentes que atenazan la vida! Por su noción de Dios tan subversiva y por denunciar la trampa de los enunciadores del Bien y el Mal cuando lo que existe es lo bueno y lo malo para nosotrxs, capaces, por otro lado, de organizar buenos encuentros, capaces de solidaridad...! Spinoza sostiene en Prefacio de su Tratado Teológico Político entre 1665 y 1670: "El gran secreto del régimen monárquico, su interés profundo, consiste en engañar a los hombres disfrazando con el nombre de religión el temor con el que se les quiere meter en cintura; de modo que luchen por su servidumbre como si se tratase de su salvación".
La pregunta sigue dando trabajo a las ciencias sociales que con buien criterio Adrián Paenza destacó como tan importantes como las que permiten que logremos soberanía espacial.
Pienso en Hugo Chávez cantando y citando a Bolívar, y su sonrisa. Arrancó casi solo contra los tiranos contemporáneos pero sobre y ante todo, desde esa capacidad de actuar y esa alegría de saberse capaz, desde un legado vivo y latente en Nuestramérica. Y en Néstor, que propuso un sueño, un sueño colectivo que toma cuerpo, que cada día va ganando altura.
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