La casa de Teresita quedaba frente a la mía, en una calle correntina muy movida. En época de carnavales en su casa se llenaba de plumas y lentejuelas de comparseros que se reunían para después marchar a los corsos; tres casas más allá se juntaban los de la comparsa contraria con el mismo fin. Desde nuestra corta infancia teníamos así un adelanto de la competencia carnestolenda.
En épocas de dictadura, la cosa se ponía brava porque el barrio tenía su cuota de allanamientos y detenciones. Rodeaban la cuadra los militares y empezaba la caza de bruja; papá y mamá, comunistas; a la vuelta la pensión de los muchachos peronistas. A los que detenían los metían en un celular, que en esa época no era un aparto de telefonía móvil sino un camión policial donde amontonaban a los detenidos y les daban los primeros golpes y palizas que anticipaban las torturas posteriores.
Lo que no sabían los represores era que las tarea se les hacía más difícil porque Adelina, la mamá de Tere, con su fragilidad insospechable, salía a dar una vuelta por la manzana y después avisaba por teléfono: "vienen por tal calle"; "están entrando a las casas de tal cuadra"; "son tantos, comanda mengano el operativo"; y muchos otros datos que permitían conservar la libertad y la vida.
Cuando lo secuestraron a papá, el primer dato sobre el operativo montado se lo pasó Teresita a mamá, y desde allí se fue desenvolviendo la trama que, con la inmensa solidaridad y valentía de vecinos, familia, amigos, compañeros, permitió que papá volviese vivo desde el horror más incomensurable. Dentro de las muchas gestiones, Adelina se entrevistó, para pedirle por la vida de papá, con De Marchi, ex presidente de la sociedad rural corrientina actualmente condenado por la comisión de delitos de lesa humanidad.
Tere heredó los ojos de Adelina, y yo creo que Adelina la heredó a ella en esa solidaridad con los jóvenes militantes del barrio. Y con nosotros, los hijos de los “subversivos” a quienes nos protegía de la discriminación con que nos querían segregar.
Teresita rompió con la pertenencia de clase que expresaba su familia; se fue de maestra rural al medio de Misiones, territorio nacional; abrazó el peronismo y se casó con un peronista, cosa que su padre no digirió y por eso no participó de los esponsales el día de su boda. Todo eso lo fue volcando en la música, renovando el chamamé con temas que no eran propios de cancionero tradicional. Su voz le cantó a los poriajhu, a los desaparecidos, a los naides; pero también en su voz, el que no conoce esa bella heredad que es Corrientes puede entender el Paraná, su color marrón, el drama de las crecidas, la vida del mallonero; el olor a las mandarinas y la siesta se hacen tangibles cuando ella las canta.
Mucho antes que Tere sea la cantautora de renombre nacional e internacional, fue una correntina de ley, parte de una generación solidaria, comprometida y combativa que soñó con un mundo mejor. Hoy, desde esta responsabilidad institucional de encabezar el nuevo Ministerio de Cultura va a traer con ella, las voces del interior profundo, de los 30.000 compañeros desaparecidos, de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Vaya fuerte un sapukay chamamecero para saludar a la nueva Ministra!
Araceli Ferreyra
Dip. Nac. FPV - Corrientes
Teresa Ana Sellarés (Teresa Parodi) fue designada al frente del flamante Ministerio de Cultura de la Nación. El decreto 641/14 eleva la Secretaría a Ministerio. "La experiencia acumulada demuestra la necesidad de continuar realizando políticas orientadas al desarrollo de aquellas áreas que tienen especial importancia en relación con la calidad de vida de los ciudadanos y con el objeto de dar respuesta a las demandas sociales."Para Teresa Parodi, como la conocemos, lo más importante es que exista un Ministerio, más que su propia designación. Cuando le consultaron qué pensó al jurar en el cargo, mencionó a Mercedes Sosa, que siempre había sonado con lo que hoy es una realidad.
Al elevar el área, se puede contar con la capacidad para desarrollar e integrar las diversidad existente en nuestro país, con perspectiva de género, atendiendo como se merece a las expresiones populares diversas. Que sea alguien como Teresa, destacada artista y luchadora tenaz por esa diversidad, con la coherencia que le reconocen quienes la quieren y quienes no, quien conduzca esta etapa, nos entusiasma.
Araceli Ferreyra es una joven Diputada Nacional por la provincia de Corrientes del Frente para la Victoria. La conocemos mujeres y varones de distintas fuerzas que militamos por el derecho al aborto legal seguro y gratuito. Reconocemos en ella el coraje de hablar, como en el acto del 8 de marzo de 2012, de su propia expreiencia personal "yo aborté, compañeras", públicamente. Como refiere en este hermoso texto que reproduzco, es hija de un dirigente del PC que estuvo detenido-desaparecido durante la dictadura. Su nmamá se desempeñó como abogada de presos políticos. Aunque comenzó su militancia en la juventud comunista, pasó por la Alianza, y como tantxs otrxs, se decepcionó, al llegar Néstor Kirchner al escenario político se enamoró, como tantxs, del proyecto de transformación que él planteaba. Diputada provincial, constituyente en Corrientes en 2007, desde su banca en el Congreso Nacional es una tenaz defensora de los derechos de las mujeres y de la ciudadanía frente a las intromisiones de la iglesia en las políticas de estado.Perteneciendo a las provincias más conservadoras, donde ciertas causas son más difíciles de defender -no por menos justas sino por la espesura de la hipocresía- y los costos políticos y personales son tal vez más duros, su voz disidente rinde homanaje a las luchas de su tierra brava.
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