La única mujer que integró la guerrilla comandada por el Che Guevara en Bolivia, no había cumplido los 30 años cuando cayó en una emboscada junto a sus compañeros de la retaguardia. Un 31 de agosto de 1967, en el vado de Puerto Mauricio o en el vado del Yeso, su cuerpo fue arrastrado por el río y encontrado días después por los militares que lo enterraron en un ataúd de madera . En 1998 los antropólogos forenses hallaron sus restos que hoy descasan junto a los revolucionarios y al Che en el Mausoleo de Santa Clara.
Nacida en Argentina en 1937, de un matrimonio de alemán y polaca que habían huido del nazismo, HaydéeTamara Bunke volvió a Alemania en 1955 y desde muy joven abrazó la política militando en el Partido Socialista Unificado Alemán. Licenciada en Letras, conoció al Che en 1960 cuando éste viajó a su país como presidente del Banco de Cuba, y ella ofició como intérprete. Siguiendo los acontecimientos de Argentina y el sur del continente, ese encuentro catalizaría sus ansias de protagonizar las luchas revolucionarias de las que sabía por los periódicos.
Manifestaba orgullo de haber nacido y crecido en Argentina, pero fundamentalmente, latinoamericana. Por eso en 1961 llegó a Cuba donde estudió periodismo y comenzó a prepararse para participar en la empresa de la guerrilla en Bolivia, cumpliendo un rol clave en el establecimiento de relaciones con la elite boliviana en el poder y accediendo a información sensible para los propósitos del Che y lxs revolucionarios. El Che la había elegido como organizadora del aparato urbano de apoyo a la guerrilla. En 1964, Tania, con el seudónimo de Laura Gutiérrez Bauer, etnóloga argentina, cumple la misión de infiltrarse en los altos círculos del poder, llegando a ser de confianza del presidente Barrientos. Nunca fue descubierta por los servicios de inteligencia.
Para restar densidad a su compromiso político, se dijo durante mucho tiempo que había sido amante de Guevara. Se dijo que esa versión interesada buscaba minar la imagen de ambos, la ética revolucionaria del hombre nuevo y la capacidad de las mujeres de pelear codo a codo, de postergar lo personal por el logro de un sueño colectivo.
Tania, la guerrillera, fue la única mujer que integró la guerrilla de Bolivia. Ulises Estrada, quien fuera su compañero, escribió un libro donde cuenta tu historia. Singular, Tania no fue la única mujer en las gestas libertarias en nuestra América… Desde hace siglos, mujeres lo dieron todo con coraje, con astucia, ignoradas en los libros y en los homenajes, relegadas luego al olvido o a la cocina. Convertidas en “madres de la patria” para no retratarlas en el uniforme de combate con el cual rompieron los mandatos establecidos. Ellas, supieron y saben pasar al frente: con harapos blandiendo palos, con pañuelos blancos blandiendo una foto y desarmadas, o con uniforme, como el que llevaba Tania en la selva boliviana, escandalizando a los machos uniformados que enterraron sus restos y los de tus compañeros pretendiendo impunidad, silencio y olvido.
Entre miles de heroínas, anónimas y olvidadas, Tania, Haydée Tamara Bunke, la guerrillera.
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