Quizás tengamos que apretar, por mucho tiempo más los puños
conteniéndonos
mientras se nos ríe en la cara la hipocresía de los poderes que arrancan de sus vidas a mujeres para hacerlas cosas, nada.
Como te arrancaron de tu vida, de tu Mica, de tus planes...
y siguen arrancando otras
y siguen ignorando a quienes hablaron de tu calvario y te vieron,
otras víctimas como vos que no fueron escuchadas
esos jueces que se lavan las manos
Dineros mal habidos guían las manos que firman sentencias infames.
Te buscamos, Marita y te buscamos Florencia, y te buscamos, Fernanda... y a tantas que no saben cuánto han tocado nuestros corazones.
Ayer se vivió un día de dolor y de vergüenza.
Hoy vamos a reclamar en las calles, y mañana, y cuando y cuanto haga falta para que de una vez la red de complicidad con los mercaderes de los cuerpos y los verdugos de los sueños queden al descubierto y paguen sus crímenes.
Quizás la enésima cachetada a esa mujer que conserva la fortaleza intacta
con tanto sufrido y visto
que ha podido encontrar en quienes ha ayudado a volver del infierno, a lo mejor, algo de tus ojos, Marita, de tu sonrisa,
que ha podido hacernos conocer lo tenebroso con lo que convivimos
y no vemos...
que no está sola porque hoy mujeres y hombres y funcionarixs y viejxs y maestrxs y amas de casa y una presidenta y un cura digno y un pibito
piden por que aparezcas
reclaman a esa justicia que hace rato se levantó la venda de los ojos
Mutitudes exigen
y gritan tu nombre
y se pintan las paredes y los carteles para que tengamos
igualdad ante la ley y libertad y que no se nos pisotee más
en estrados hipócritas...
Quizás este golpe duro a tu madre alumbre un cambio sustancial para nosotrxs
para tantas chicas
y también
para quienes no tienen los dineros ni las influencias
y están privadxs de todo
abandonadxs en el sistema carcelario a su suerte
Marita
y todas a las que buscamos.
Hay clientes todavía
y esa es la más dura de las luchas,
que cada vez que alguien paga
te lastima y te encadena
las lastima y encadena y hunde en el silencio cómplice
de jueces, policías, polítiqueros y esos hombres insensibles: los clientes.
No te olvidammos Marita
En tu nombre,
como símbolo de tantas otras, seguiremos construyendo tu libertad y la nuestra.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
viernes, 7 de diciembre de 2012
La voluntad
Voluntad política.
Eso es imprescindible.Y eso es lo que ha existido desde el 2003 y no ha dejado de transformar el paisaje de este país tan golpeado y arrasado por poderes corporativos que siempre ganan cuando las mayorías sufren y sangran.
Que la pelea capital por la implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual haya servido para blanquear el verdadero poder detrás de los gobiernos, es sin dudas una victoria de estos años en los que algunxs deplorxn la disputa de proyectos.
Porque ha tenido que pasar mucho tiempo, muchos años para ir pariendo justicias y reparando impunidades. Aprendemos cada día, hasta qué punto estamos mediatizadxs en nuestra percepción de la realidad que vivimos. Que la concentración mediática ha reemplazado en estas décadas, lo que antes se controlaba con golpes de estado y censura estatal. Y el tema es global.
No es de extrañar que las corporaciones actúen y se defiendan en tandem, como decía el sobrino del fallecido Monseñor Plaza hace unos días, comentando el documento de la Conferenica Episcopal Argentina en la previa del 7 D. Jesús Plaza,sobrino y denunciante de uno de los más célebres apologistas y cómplices de la represión ilegal decía que "la Iglesia católica estuvo siempre con las corporaciones y los poderosos: en 1806 durante las invasiones inglesas, fue un obispo el que los recibió". Enumeró cómo desde siempre bendijeron los sables de los generales que asaltaban el sillón presidencial y consolaban a los perpetradores de los crímenes de lesa humanidad como la tortura o el arrojar personas vivas al mar.
Hoy estamos juzgando genocidas;estamos ampliando derechos. Mal que les pese a las minorías privilegiadas. Ahora visibilizadas cada vez más claramente en su accionar, éstas operan contra todxs lxs gobernantes que se atreven a tener la voluntad política de desarrollar sus pueblos e intentar la justicia social sin someterse al capital financiero. Minorías de bancos y compañías sin bandera que, por ejemplo, inducen al suicidio a la población española; que hace poco más de una década se enriquecía con el petróleo venezolano hasta que llegó Chávez. Atentan contra esas democracias con operaciones mediáticas sin ningún escupulo e invocaciones a la libertad de prensa presuntamente amenazada mientras concentran medios y contenidos. Desatan una operación tras otra, engañosas y falaces, de las que jamás se retractan. Pero Chávez sigue ganando elecciones y no se muere como ellos quisieran.
Mientras escribo, Cristina se encuentra trabajando, sin aflojar nunca, en una integración larinoamericana que es clave no solamente desde lo económico - tener una moneda común para transacciones de países miembros que esquive el dólar puede convertirse en una realidad muy pronto- sino en lo cultural. Proyectos de cooperación que además elevan la dignidad de nuestros pueblos, demostrándonos que a pesar de que tienen mucho poder, hay otro poder popular y una voluntad solidaria que nos hace potentes, que nos impulsa hacia donde no nos dejaban llegar.
Por algo sería...
Y en cuanto al poder judicial argentino, ha demostrado otra vez que nos debe todavía una transformación muy profunda. A la república, a las instituciones que trascienden a las personas. Está mostrándose como una rémora conservadora intolerable ya para los tiempos que corren. Está en deuda con la democracia, y no solamente por atacar la soberanía popular, - una ley votada por el Poder Legislativo por abrumadora mayoría hace tres años- sino porque:
- miles de personas esperan presas una sentencia firme sin saber siquiera quién lleva su causa
- todavía ejercen sus funciones cómplices de torturas, desapariciones y apropiaciones de bebés nacidxs en centros clandestinos de detención
- sus funcionarixs son frecuentemente sexistas e ignoran los derechos de las mujeres a quienes aún, con toda la legislación existente contra la violencia de género, no hacen justicia
- suelen, salvo contadas excepciones, ignorar los derechxs de niñxs y adolescentes
- toleran graves violaciones a los ddhh en las cárceles
- están eximidos de tributos que se aplican a todxs los demás funcionarios y personas comunes
- y a pesar de los intentos de la Jueza de la CSJ Carmen Argibay, siguen negándose a quitar crucifijos de sus salas
Nosotrxs sabemos que nada se consigue para el pueblo sin pelear muy duro. Y tenemos mucho para festejar cada día. Hoy inicia la transmisión el primer canal de televisión mapuche, y es un enorme paso adelante que no les importa a lxs mamarrachxs de la oposición servil incapaz de propuestas propias ni a la SIP que se reúne con ellxs en el Congreso a lamentarse por el "peligro" a la libertad de expresión que representa la desconcentración de medios.
Nosotrxs conservamos la alegría y recordamos siempre a Néstor Kirchner que advertía sobre estos momentos de retrocesos en los que no había otra que seguir adelante, fieles a las convicciones, con la fuerza y la voluntad políticas para hacer realdiad el sueño colectivo de equidad, de justicia y de dignidad.
Con el amor que alumbra la maravilla, festejaremos este 9 de diciembre 29 años de democracia y de participación en la conquista trabajosa - pero sin vuelta atrás- del respeto, vigencia y promoción de los derechos humanos.Con esa voluntad de ir contra la corriente, a favor precisamente, de ese sueño.
Eso es imprescindible.Y eso es lo que ha existido desde el 2003 y no ha dejado de transformar el paisaje de este país tan golpeado y arrasado por poderes corporativos que siempre ganan cuando las mayorías sufren y sangran.
Que la pelea capital por la implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual haya servido para blanquear el verdadero poder detrás de los gobiernos, es sin dudas una victoria de estos años en los que algunxs deplorxn la disputa de proyectos.
Porque ha tenido que pasar mucho tiempo, muchos años para ir pariendo justicias y reparando impunidades. Aprendemos cada día, hasta qué punto estamos mediatizadxs en nuestra percepción de la realidad que vivimos. Que la concentración mediática ha reemplazado en estas décadas, lo que antes se controlaba con golpes de estado y censura estatal. Y el tema es global.
No es de extrañar que las corporaciones actúen y se defiendan en tandem, como decía el sobrino del fallecido Monseñor Plaza hace unos días, comentando el documento de la Conferenica Episcopal Argentina en la previa del 7 D. Jesús Plaza,sobrino y denunciante de uno de los más célebres apologistas y cómplices de la represión ilegal decía que "la Iglesia católica estuvo siempre con las corporaciones y los poderosos: en 1806 durante las invasiones inglesas, fue un obispo el que los recibió". Enumeró cómo desde siempre bendijeron los sables de los generales que asaltaban el sillón presidencial y consolaban a los perpetradores de los crímenes de lesa humanidad como la tortura o el arrojar personas vivas al mar.
Hoy estamos juzgando genocidas;estamos ampliando derechos. Mal que les pese a las minorías privilegiadas. Ahora visibilizadas cada vez más claramente en su accionar, éstas operan contra todxs lxs gobernantes que se atreven a tener la voluntad política de desarrollar sus pueblos e intentar la justicia social sin someterse al capital financiero. Minorías de bancos y compañías sin bandera que, por ejemplo, inducen al suicidio a la población española; que hace poco más de una década se enriquecía con el petróleo venezolano hasta que llegó Chávez. Atentan contra esas democracias con operaciones mediáticas sin ningún escupulo e invocaciones a la libertad de prensa presuntamente amenazada mientras concentran medios y contenidos. Desatan una operación tras otra, engañosas y falaces, de las que jamás se retractan. Pero Chávez sigue ganando elecciones y no se muere como ellos quisieran.
Mientras escribo, Cristina se encuentra trabajando, sin aflojar nunca, en una integración larinoamericana que es clave no solamente desde lo económico - tener una moneda común para transacciones de países miembros que esquive el dólar puede convertirse en una realidad muy pronto- sino en lo cultural. Proyectos de cooperación que además elevan la dignidad de nuestros pueblos, demostrándonos que a pesar de que tienen mucho poder, hay otro poder popular y una voluntad solidaria que nos hace potentes, que nos impulsa hacia donde no nos dejaban llegar.
Por algo sería...
Y en cuanto al poder judicial argentino, ha demostrado otra vez que nos debe todavía una transformación muy profunda. A la república, a las instituciones que trascienden a las personas. Está mostrándose como una rémora conservadora intolerable ya para los tiempos que corren. Está en deuda con la democracia, y no solamente por atacar la soberanía popular, - una ley votada por el Poder Legislativo por abrumadora mayoría hace tres años- sino porque:
- miles de personas esperan presas una sentencia firme sin saber siquiera quién lleva su causa
- todavía ejercen sus funciones cómplices de torturas, desapariciones y apropiaciones de bebés nacidxs en centros clandestinos de detención
- sus funcionarixs son frecuentemente sexistas e ignoran los derechos de las mujeres a quienes aún, con toda la legislación existente contra la violencia de género, no hacen justicia
- suelen, salvo contadas excepciones, ignorar los derechxs de niñxs y adolescentes
- toleran graves violaciones a los ddhh en las cárceles
- están eximidos de tributos que se aplican a todxs los demás funcionarios y personas comunes
- y a pesar de los intentos de la Jueza de la CSJ Carmen Argibay, siguen negándose a quitar crucifijos de sus salas
Nosotrxs sabemos que nada se consigue para el pueblo sin pelear muy duro. Y tenemos mucho para festejar cada día. Hoy inicia la transmisión el primer canal de televisión mapuche, y es un enorme paso adelante que no les importa a lxs mamarrachxs de la oposición servil incapaz de propuestas propias ni a la SIP que se reúne con ellxs en el Congreso a lamentarse por el "peligro" a la libertad de expresión que representa la desconcentración de medios.
Nosotrxs conservamos la alegría y recordamos siempre a Néstor Kirchner que advertía sobre estos momentos de retrocesos en los que no había otra que seguir adelante, fieles a las convicciones, con la fuerza y la voluntad políticas para hacer realdiad el sueño colectivo de equidad, de justicia y de dignidad.
Con el amor que alumbra la maravilla, festejaremos este 9 de diciembre 29 años de democracia y de participación en la conquista trabajosa - pero sin vuelta atrás- del respeto, vigencia y promoción de los derechos humanos.Con esa voluntad de ir contra la corriente, a favor precisamente, de ese sueño.
martes, 4 de diciembre de 2012
Hebe
“Yo decía ‘hay que hacerlo a la luz del día’. Muchas veces intentó gente que nosotras no hiciéramos las cosas tan abiertamente. Decían ‘no conviene’. Mi única locura era que si a los chicos clandestinos les habían pasado tantas cosas, nosotras teníamos que hacer todo al revés para probar otro camino que no fuera ni clandestino, ni oculto, ni nada, y hacerlo a la luz del día, y enfrentando y diciendo las peores cosas, no importa. Pero con esas cosas intentar otro camino.”
Hebe de Bonafini
“La Rebelión de las Madres. Historia de las Madres de Plaza de Mayo (1976-1983) Tomo I” Ulises Gorini, Bs. As. Ed. Norma, 2006, pag. 189
Azucena comenzó en la cola donde esperaban de la curia una respuesta compasiva, una respuesta que jamás llegaría. Se fueron reuniendo cuando decidieron salir a buscar a sus hijxs desaparecidos.
Cuando se les asestó el primer golpe a la incipiente organización, Hebe junto a otras madres fueron las referentes "dirigentes" de ese grupo extraordinario.Con el secuestro de Azucena Villaflor, María Ether Balestrino de Careaga y Mary Ponce, la represión pensó que desarticularía y amedrentaría a las “locas” que habían logrado en ese diciembre de 1977 reunir el dinero para una solicitada que apareció en La Nación con las listas de lxs desaparecidxs.
No lo lograron. A pesar del estupor y el terror. Unos días antes del secuestro de las madres y del grupo de familiares y de apoyo - entre quienes estaban las monjas francesas- que se reunía en la iglesia de la Santa Cruz, infiltrado por Alfredo Astiz, Hebe había recibido la noticia del secuestro de su segundo hijo desaparecido, Raúl, en Berazategui. Ella recuerda cómo Azucena la consoló y la animó a seguir con la campaña para juntar el dinero de la primer solicitada que se publicó pidiendo saber dónde estaban lxs desaparecidxs, incluidos en una lista. Juntaron de a moneditas y muy pocos políticos ayudaron.
Han sido madres y se convirtieron en las Madres a partir de un ejemplo de lucha. Mujeres que no se quedaron quietas nunca. Mujeres que supieron con amargura de la complicidad de la iglesia, de los medios de comunicación y de ciudadanxs indolentes o anestesiadxs y casi solas, contra todo, contra lo inimaginable, lo imprevisible. Así como se les presentaron las cosas, ellas, armadas de amor, se constituyeron en una lucecita imprescindible en la reconstrucción de nuestra convivencia social, nuestra democracia y nuestra militancia por el respeto a los derechos humanos.
Si hay algo como un emblema ético en nuestra Argentina del dolor – como dice León- en la que todavía es tan duro atravesar tantas sombras y silencios, son ellas. Hoy Hebe cumple 84 años y me brota una profunda gratitud. Y también alegría de tenerla.
Madres que se pusieron el pañal de sus hijxs desaparecidxs en una marcha a Luján para simbolizar ese lazo indestructible y gritar por la verdad cuando todo era silencio y muerte. Cuando no las recibían, o les mentían, o las amenazaban.
Resistir, decía Hebe.
Ellas insistieron. Mientras la dictadura pretendía utilizar el Mundial de Fútbol como exhibición de normalidad, mientras la revista Para Ti entregaba una postal para que las lectoras la enviaran el exterior para contrarrestar la presunta campaña antiargentina, las mujeres de pañuelo blanco seguían en la Plaza de Mayo, hacían gestiones con embajadas y se cuidaban con pequeñas estrategias que iban decidiendo a cada paso. Porque nada las había preparado para algo así.
Los medios cómplices de la dictadura amplificaban y multiplicaban la justificación de lo injustificable, apelando a culpabilizarlas por la desaparición de sus hijxs. La apelación a la maternidad, la misma que ellas esgrimían frente a la violencia de los uniformes, era el eje: "¿cómo lxs habían educado?", "¿habían cumplido con sus deberes de madre?"
Todavía recuerdo esas propagandas televisivas que veía en la pantalla. En mi cabecita de niña quedó grabado aquello de: “¿sabe ud. dónde está su hijo ahora?”
Mayo de 1978. Las Madres redactaron una respuesta que enviaron valientemente a los canales, devolviendo el golpe bajo: “He leído en transmisiones de ese canal, la frase, ¿sabe Ud. dónde está su hijo ahora? reiteradamente transmitida. La frase realmetne me ha conmovido. Porque mi hijo fue secuestrado por elementos armados, hace ya.. años, sin que hasta la fecha haya podido averiguar el lugar donde se encuentra secuestrado, ni la suerte que ha corrido, pese a las múltiples gestiones realizadas en los organismos de seguridad y ante la Justicia. Somos muchas las madres que en estos momentos nos preguntamos, ¿DÓNDE ESTÁN NUESTROS HIJOS? Por ello es que hemos recibido con profunda emoción el mensaje solidario de esa emisora.”
En 1978, practicábamos en la escuela para desfilar como los milicos, junto a los milicos que inauguraban el puente de Zárate Brazo Largo y arrojaban cuerpos en el delta.Izquierdo, izquierdo, izquierdo derecho izquierdo.Yo no sabía que un jugador de la selección de Holanda se había negado a participar en el Mundial debido al rechazo a las violaciones a los derechos humanos que ya se conocían en Europa gracias a los testimonios de víctimas, de lxs exiliadxs y de allegadxs. Tampoco del otro deportista holandés se fotografió con ellas y que esas cosas eran pequeños enormes pasos en tiempos de terror y cerco. Tiempos de mordazas de todo tipo, por la fuerza, por la conveniencia, o por los efectos irradiados a la sociedad de ese saber/nosaber, el notemetas, el mirar para otro lado.
Hebe recuerda ese tiempo y lo difícil que iba a ser, porque la Junta con su circo y el rechazo de los medios adictos –salvo honrosas excepciones como el Buenos Aires Herald- , más lxs que compraban las versiones tranquilizadoras y falaces y las insultaban, impedirían la ronda en la Plaza a la vista del periodismo internacional que venía a cubrir el campeonato de fútbol.
“Pero la verdad es que nosotras estábamos dispuestas a aguantar lo que se nos viniera. No importaba qué. Ni nos parábamos a pensar. Lo único que pensábamos era cómo lo íbamos a hacer. O ni lo pensábamos tampoco. Sólo íbamos a la Plaza y que pasara lo que pasara.”
Ella sabía sin saber que sabía, y ellas ya tenían una organización impensada que ya no iba a parar nadie.
“Del mismo modo que levantan tabiques para ocultar la miseria y deslazan villas, así necesitan taparnos a nosotras, porque somos una mancha, Demasiadas miradas convergen hacia el país(…) para que etas mujeres sigamos haciendo barullo y publicando solicitadas.” dijo entonces Hebe.
La televisión holandesa transmitió la imagen de las Madres de Plaza de Mayo para millones de personas y mostró al mundo el otro país oculto bajo la monumental fiesta del mundial de fútbol. Las Madres, acompañadas por el periodismo extranjero le ganaron a la violencia de la policía para desalojarlas, esa violencia que las llevó a inventar distintas maneras de ocupar esa plaza, de a dos, de a tres, desde distintos puntos, para no cederla, para estar allí reclamando por sus hijxs, esos hijxs de cada una que con los años y con la madurez política que fueron alcanzando por su propia experiencia, se transformaron en lxs hijxs de todas.
El paisaje naturalizado de los uniformes de los actos y discursos grandilocuentes durante muchos años marcaron el rechazo a palabras como la patria o la bandera, y eso que no sabía nada, con nueve años, apenas presentía guiños y contraseñas, Radio Colonia, discos de Piero escondidos en el baúl del auto de Uruguay, que canciones estaban prohibidas...
Algo se resquebrajaría definitivamente en 1982. Yo ya tenía 14.
Algo en esa madera dura de mujeres como Hebe las sostuvo, porque no puedo imaginarme lo duro que era seguir luchando durante la guerra de Malvinas.
Malvinas argentinas, tanto como lxs desaparecidxs.
Lo que se modificaba en la Argentina, la reformulación de los poderes, las estrategias y las perspectivas en disputa del movimiento de derechos humanos motivaron divisiones que nos duelen a todxs. Se confundió la consolidación de la nueva etapa con una artera “teoría de los dos demonios” cuando retornó la democracia.
Ellas seguían con la consigna "Aparición con Vida".
Fue muy duro atravesar el período de impunidad a partir de las leyes del perdón y los indultos. Pero siempre firme, siempre inconveniente, frontal y auténtica, Hebe de Bonafini, humana, siguió dirigiendo ese grupo que se animó a armar una Universidad, aquella para la cual “no había nivel académico”. La hicieron igual.
Siguieron articulando nuevas resistencias, asumiendo la militancia de sus hijxs, resignificando las luchas y resignificando su papel en tiempos de la banalización de los valores de justicia y cambalache.
Las volvieron a apalear a ellas, las Madres, cuando ensangrentaron de nuevo la plaza y las calles en el 2001. Las imágenes televisadas esta vez desafiaban todo aguante, al lado de lxs chicxs y las mujeres y los hombres que rechazaban la farsa del estado de sitio de un gobierno constitucional sumiso a la dictadura del mercado, esa que desecha a las personas. Las madres apaleadas. Con otros ropajes, la misma historia. Ellas estaban ahí, junto al pueblo que sufría y se defendía, como siempre desde 1977.
Hebe se equivocó en desconfiar de Néstor Kirchner y le pidió perdón. Se equivocó en otras confianzas que la dañaron como tal vez nunca se la había dañado, dado el particular contexto de la traición. Y acertó demasiadas veces, con esa frontalidad políticamente incorrecta que no se le perdona.
Cuando se desataba una de las más duras peleas políticas del momento presente, la de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ella, frente a ese palacio de justicia, denostó e increpó duramente a la actual Corte Suprema. Cuando se le buscó la lengua, Raúl Zaffaroni dijo con una sonrisa: “ya conocemos a Hebe”, y lo dijo con ternura. A él no le cabía el sayo.
2012. Hace poco tiempo dijo en el Congreso por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que si no conseguíamos la legalización, ni tampoco estaba garantizada la educación sexual, ni la realización de abortos no punibles porque los curas se oponen, esos mismos personajes a los que temen senadorxs, gobernadorxs y diputadxs-, que “Si es lo que hace falta, mientras sale la ley, al misoprostol, hagámoslo acá, nosotrxs!”.Y recordó que no era una contradicción tratándose de las madres, que siempre han luchado del lado del amor. “Porque las Madres siempre hemos defendido la vida, por eso defendemos la vida de las mujeres.”
La vida de las mujeres. La vida. Algo que los curas y los poderosos de siempre que en otros tiempos les dieron la espalda, las traicionaron, las ignoraron y vituperaron, no tienen en cuenta tampoco ahora.
Gracias Hebe y feliz cumpleaños… Hoy escribo pensando en cómo una vida puede ser tan fecunda para las luchas, para lxs demás. Con todos los claroscuros y las pruebas, con toda la vulnerabilidad y la fortaleza de mujer. Gracias.
Hebe de Bonafini
“La Rebelión de las Madres. Historia de las Madres de Plaza de Mayo (1976-1983) Tomo I” Ulises Gorini, Bs. As. Ed. Norma, 2006, pag. 189
Azucena comenzó en la cola donde esperaban de la curia una respuesta compasiva, una respuesta que jamás llegaría. Se fueron reuniendo cuando decidieron salir a buscar a sus hijxs desaparecidos.
Cuando se les asestó el primer golpe a la incipiente organización, Hebe junto a otras madres fueron las referentes "dirigentes" de ese grupo extraordinario.Con el secuestro de Azucena Villaflor, María Ether Balestrino de Careaga y Mary Ponce, la represión pensó que desarticularía y amedrentaría a las “locas” que habían logrado en ese diciembre de 1977 reunir el dinero para una solicitada que apareció en La Nación con las listas de lxs desaparecidxs.
No lo lograron. A pesar del estupor y el terror. Unos días antes del secuestro de las madres y del grupo de familiares y de apoyo - entre quienes estaban las monjas francesas- que se reunía en la iglesia de la Santa Cruz, infiltrado por Alfredo Astiz, Hebe había recibido la noticia del secuestro de su segundo hijo desaparecido, Raúl, en Berazategui. Ella recuerda cómo Azucena la consoló y la animó a seguir con la campaña para juntar el dinero de la primer solicitada que se publicó pidiendo saber dónde estaban lxs desaparecidxs, incluidos en una lista. Juntaron de a moneditas y muy pocos políticos ayudaron.
Han sido madres y se convirtieron en las Madres a partir de un ejemplo de lucha. Mujeres que no se quedaron quietas nunca. Mujeres que supieron con amargura de la complicidad de la iglesia, de los medios de comunicación y de ciudadanxs indolentes o anestesiadxs y casi solas, contra todo, contra lo inimaginable, lo imprevisible. Así como se les presentaron las cosas, ellas, armadas de amor, se constituyeron en una lucecita imprescindible en la reconstrucción de nuestra convivencia social, nuestra democracia y nuestra militancia por el respeto a los derechos humanos.
Si hay algo como un emblema ético en nuestra Argentina del dolor – como dice León- en la que todavía es tan duro atravesar tantas sombras y silencios, son ellas. Hoy Hebe cumple 84 años y me brota una profunda gratitud. Y también alegría de tenerla.
Madres que se pusieron el pañal de sus hijxs desaparecidxs en una marcha a Luján para simbolizar ese lazo indestructible y gritar por la verdad cuando todo era silencio y muerte. Cuando no las recibían, o les mentían, o las amenazaban.
Resistir, decía Hebe.
Ellas insistieron. Mientras la dictadura pretendía utilizar el Mundial de Fútbol como exhibición de normalidad, mientras la revista Para Ti entregaba una postal para que las lectoras la enviaran el exterior para contrarrestar la presunta campaña antiargentina, las mujeres de pañuelo blanco seguían en la Plaza de Mayo, hacían gestiones con embajadas y se cuidaban con pequeñas estrategias que iban decidiendo a cada paso. Porque nada las había preparado para algo así.
Los medios cómplices de la dictadura amplificaban y multiplicaban la justificación de lo injustificable, apelando a culpabilizarlas por la desaparición de sus hijxs. La apelación a la maternidad, la misma que ellas esgrimían frente a la violencia de los uniformes, era el eje: "¿cómo lxs habían educado?", "¿habían cumplido con sus deberes de madre?"
Todavía recuerdo esas propagandas televisivas que veía en la pantalla. En mi cabecita de niña quedó grabado aquello de: “¿sabe ud. dónde está su hijo ahora?”
Mayo de 1978. Las Madres redactaron una respuesta que enviaron valientemente a los canales, devolviendo el golpe bajo: “He leído en transmisiones de ese canal, la frase, ¿sabe Ud. dónde está su hijo ahora? reiteradamente transmitida. La frase realmetne me ha conmovido. Porque mi hijo fue secuestrado por elementos armados, hace ya.. años, sin que hasta la fecha haya podido averiguar el lugar donde se encuentra secuestrado, ni la suerte que ha corrido, pese a las múltiples gestiones realizadas en los organismos de seguridad y ante la Justicia. Somos muchas las madres que en estos momentos nos preguntamos, ¿DÓNDE ESTÁN NUESTROS HIJOS? Por ello es que hemos recibido con profunda emoción el mensaje solidario de esa emisora.”
En 1978, practicábamos en la escuela para desfilar como los milicos, junto a los milicos que inauguraban el puente de Zárate Brazo Largo y arrojaban cuerpos en el delta.Izquierdo, izquierdo, izquierdo derecho izquierdo.Yo no sabía que un jugador de la selección de Holanda se había negado a participar en el Mundial debido al rechazo a las violaciones a los derechos humanos que ya se conocían en Europa gracias a los testimonios de víctimas, de lxs exiliadxs y de allegadxs. Tampoco del otro deportista holandés se fotografió con ellas y que esas cosas eran pequeños enormes pasos en tiempos de terror y cerco. Tiempos de mordazas de todo tipo, por la fuerza, por la conveniencia, o por los efectos irradiados a la sociedad de ese saber/nosaber, el notemetas, el mirar para otro lado.
Hebe recuerda ese tiempo y lo difícil que iba a ser, porque la Junta con su circo y el rechazo de los medios adictos –salvo honrosas excepciones como el Buenos Aires Herald- , más lxs que compraban las versiones tranquilizadoras y falaces y las insultaban, impedirían la ronda en la Plaza a la vista del periodismo internacional que venía a cubrir el campeonato de fútbol.
“Pero la verdad es que nosotras estábamos dispuestas a aguantar lo que se nos viniera. No importaba qué. Ni nos parábamos a pensar. Lo único que pensábamos era cómo lo íbamos a hacer. O ni lo pensábamos tampoco. Sólo íbamos a la Plaza y que pasara lo que pasara.”
Ella sabía sin saber que sabía, y ellas ya tenían una organización impensada que ya no iba a parar nadie.
“Del mismo modo que levantan tabiques para ocultar la miseria y deslazan villas, así necesitan taparnos a nosotras, porque somos una mancha, Demasiadas miradas convergen hacia el país(…) para que etas mujeres sigamos haciendo barullo y publicando solicitadas.” dijo entonces Hebe.
La televisión holandesa transmitió la imagen de las Madres de Plaza de Mayo para millones de personas y mostró al mundo el otro país oculto bajo la monumental fiesta del mundial de fútbol. Las Madres, acompañadas por el periodismo extranjero le ganaron a la violencia de la policía para desalojarlas, esa violencia que las llevó a inventar distintas maneras de ocupar esa plaza, de a dos, de a tres, desde distintos puntos, para no cederla, para estar allí reclamando por sus hijxs, esos hijxs de cada una que con los años y con la madurez política que fueron alcanzando por su propia experiencia, se transformaron en lxs hijxs de todas.
El paisaje naturalizado de los uniformes de los actos y discursos grandilocuentes durante muchos años marcaron el rechazo a palabras como la patria o la bandera, y eso que no sabía nada, con nueve años, apenas presentía guiños y contraseñas, Radio Colonia, discos de Piero escondidos en el baúl del auto de Uruguay, que canciones estaban prohibidas...
Algo se resquebrajaría definitivamente en 1982. Yo ya tenía 14.
Algo en esa madera dura de mujeres como Hebe las sostuvo, porque no puedo imaginarme lo duro que era seguir luchando durante la guerra de Malvinas.
Malvinas argentinas, tanto como lxs desaparecidxs.
Lo que se modificaba en la Argentina, la reformulación de los poderes, las estrategias y las perspectivas en disputa del movimiento de derechos humanos motivaron divisiones que nos duelen a todxs. Se confundió la consolidación de la nueva etapa con una artera “teoría de los dos demonios” cuando retornó la democracia.
Ellas seguían con la consigna "Aparición con Vida".
Fue muy duro atravesar el período de impunidad a partir de las leyes del perdón y los indultos. Pero siempre firme, siempre inconveniente, frontal y auténtica, Hebe de Bonafini, humana, siguió dirigiendo ese grupo que se animó a armar una Universidad, aquella para la cual “no había nivel académico”. La hicieron igual.
Siguieron articulando nuevas resistencias, asumiendo la militancia de sus hijxs, resignificando las luchas y resignificando su papel en tiempos de la banalización de los valores de justicia y cambalache.
Las volvieron a apalear a ellas, las Madres, cuando ensangrentaron de nuevo la plaza y las calles en el 2001. Las imágenes televisadas esta vez desafiaban todo aguante, al lado de lxs chicxs y las mujeres y los hombres que rechazaban la farsa del estado de sitio de un gobierno constitucional sumiso a la dictadura del mercado, esa que desecha a las personas. Las madres apaleadas. Con otros ropajes, la misma historia. Ellas estaban ahí, junto al pueblo que sufría y se defendía, como siempre desde 1977.
Hebe se equivocó en desconfiar de Néstor Kirchner y le pidió perdón. Se equivocó en otras confianzas que la dañaron como tal vez nunca se la había dañado, dado el particular contexto de la traición. Y acertó demasiadas veces, con esa frontalidad políticamente incorrecta que no se le perdona.
Cuando se desataba una de las más duras peleas políticas del momento presente, la de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ella, frente a ese palacio de justicia, denostó e increpó duramente a la actual Corte Suprema. Cuando se le buscó la lengua, Raúl Zaffaroni dijo con una sonrisa: “ya conocemos a Hebe”, y lo dijo con ternura. A él no le cabía el sayo.
2012. Hace poco tiempo dijo en el Congreso por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que si no conseguíamos la legalización, ni tampoco estaba garantizada la educación sexual, ni la realización de abortos no punibles porque los curas se oponen, esos mismos personajes a los que temen senadorxs, gobernadorxs y diputadxs-, que “Si es lo que hace falta, mientras sale la ley, al misoprostol, hagámoslo acá, nosotrxs!”.Y recordó que no era una contradicción tratándose de las madres, que siempre han luchado del lado del amor. “Porque las Madres siempre hemos defendido la vida, por eso defendemos la vida de las mujeres.”
La vida de las mujeres. La vida. Algo que los curas y los poderosos de siempre que en otros tiempos les dieron la espalda, las traicionaron, las ignoraron y vituperaron, no tienen en cuenta tampoco ahora.
Gracias Hebe y feliz cumpleaños… Hoy escribo pensando en cómo una vida puede ser tan fecunda para las luchas, para lxs demás. Con todos los claroscuros y las pruebas, con toda la vulnerabilidad y la fortaleza de mujer. Gracias.
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